Según el Plan Estratégico para la Conservación y el Uso Racional de los Humedales, el 60% de la superficie de la superficie de humedales y lagos naturales de nuestro país ha desaparecido, principalmente en los últimos 50 años. De una superficie total estimada 280.228 hectáreas quedan unas 114.100 hectáreas. La siguiente tabla muestra la evolución de la superficie de humedales desde s.XIX hasta 1990 (datos de Casado et al., 1992).

Tipo

Superficie original hacia 1800 (ha)

Superficie en 1990 (ha)

% Cambio

INTERIORES

40.600

16.421

 

De montaña

2.314

2.386

-13,11

Kársticos

874

784

-10,30

Interiores dulces

14.802

4.805

-67,54

Interiores salinos

6.743

5.212

-22,70

Llanuras de inundación

15.867

3.234

-79,62

COSTEROS

239.628

97.679

-59,24

Total

280.228

114.100

-59,28

Entre los ambientes acuáticos interiores, las llanuras de inundación han sufrido un mayor grado de alteración, hallándose en su totalidad modificadas por el hombre, seguidas por los humedales de agua dulce (62% modificados), los kársticos (54%) y los salinos (51%). Los lagos y humedales de montaña son los que presentan un mejor estado de conservación. Por otro lado, más de dos terceras partes de los humedales costeros inventariados se consideran alterados o degradados, mientras que no llegan a un tercio los que están conservados.

¿Cuáles son las causas de la degradación y desaparición de los humedales españoles?

En general, los principales impulsores directos del cambio experimentado por los humedales españoles entre inicios del siglo XIX y la actualidad están relacionados con los cambios de los usos del suelo generados por la presión agrícola, la urbanización, y por la alteración de su régimen hídrico, especialmente por sobreexplotación de los acuíferos. En el caso de los humedales litorales, la acuicultura está siendo responsable de una transformación significativa de en la estas zonas húmedas. Otros impulsores de la degradación de los humedales son la contaminación y la introducción y de especies invasoras. La Tabla 3 presenta un listado de las principales actividades humanas que alteran la estructura y funcionamiento de los lagos y humedales y resultan en su degradación y desaparición.

Cambio ecológico

Causas

Alteración de las cubetas

Desecación

 

Dragado

 

Cultivado

 

Construcción infraestructuras

 

Colmatación

 

Extracción de recursos minerales

Alteraciones régimen hidrológico

Extracción de agua

 

Embalsamiento cubetas

 

Sobreexplotación de acuíferos

 

Modificaciones de la red eléctrica

 

Aprovechamiento hidroeléctrico

 

Construcción de carreteras

Alteraciones en la calidad de las aguas

Vertidos de residuos sólidos

 

Vertidos de residuos líquidos

 

Escorrentía de nutrientes, pesticidas y herbicidas

Alteraciones en la estructura de comunidades

Introducción de especies exóticas

 

Sobreexplotación de especies

 

Cambios en las comunidades vegetales litorales

 

Presión recreativa

 

Presión ganadera

 

Acuicultura intensiva

El sistema agrícola imperante en la actualidad constituye una de las principales causas de alteración y degradación de estos ecosistemas al competir con ellos por los recursos hídricos tanto superficiales como, especialmente, los subterráneos (por ejemplo, caso de los regadíos próximos a las Tablas de Daimiel); por el desarrollo de cultivos intensivos y cada vez más tecnificados (por ejemplo, cultivos bajo plásticos en el manto eólico litoral de El Abalario-Doñana, o en la Albufera de Adra); o la masiva utilización de abonos, pesticidas, plaguicidas, etc., que terminan incorporándose a los sistemas acuáticos a través de los excedentes de aguas de riego. Además durante las últimos décadas, la urbanización de la franja litoral (el denominado proceso de litoralización),el desarrollo de infraestructuras (puertos, espigones, etc.), el cultivo de arroz, o el auge de las instalaciones acuícolas, han supuesto la alteración o, en algunos casos, la desaparición física de muchos de estos los humedales litorales (Borja et al. 2011).

La última evaluación del estado de conservación de los humedales Ramsar realizada por SEO/BirdLife en julio de 2012 y de los humedales incluidos en la red de Áreas Importantes para la conservación de las aves en España (IBA, por sus siglas en inglés), identifica amenazas y presiones sobre los humedales que se han agrupado en 11 categorías diferentes. Las amenazas más comunes son las que están vinculadas con la “Gestión del agua” (teniendo lugar en 49 de los 56 humedales analizados) y las relacionadas con las “Actividades agrícolas”:

Presiones relacionadas con la gestión del agua:

  • Contaminación difusa: Albufera de Valencia, laguna El Hondo, las Tablas de Daimiel, laguna de Gallocanta, ría de Mundaka-Guernika, Delta del Ebro, Bahía de Cádiz, Aiguamolls de l´Emporda, Mar Menor.
  • Contaminación puntual: Marismas de Santoña, Laguna de Hito, Bahía de Cádiz, Marismas de Odiel.
  • Sedimentación/colmatación: lagunas de Cádiz, laguna de Pitillas.
  • Sobreexplotación de acuíferos: lagunas de Puebla de Beleña, laguna de Conde o Salobral.
  • Vertidos de aguas residuales domésticas urbanas: El Hondo, Mar Menor.
  • Salinización: Albufera de Adra.

Presiones relacionadas con actividades agrícolas:

  •  Pérdida de mosaicos de vegetación: las Tablas de Daimiel, delta del Ebro laguna de Conde o Salobral, Fuente de piedra, Ría de Eo, laguna de Gallocanta, complejo endorreico de Puerto Real.
  • Concentración parcelaria: Marismas de Odiel.
  • Aumento de superficie de regadío: laguna de Conde o Salobral, lagunas de Cádiz), desaparición de la ganadería extensiva tradicional (Salburúa)
  •  Desaparición de actividades agrícolas tradicionales: Villafáfila, ría de Arosa.      

El balance del diagnóstico realizado por SEO/Birdlife, es realmente alarmante, y supone que el 70% de los humedales analizados sufren una presión “muy grave”, y que las acciones de protección y gestión realizadas hasta ahora por las distintas administraciones no han sido eficaces para mejorar el estado de las zonas húmedas y evitar su degradación.

Se puede concluir que los humedales españoles constituyen uno de los ecosistemas más amenazados y que además existe una tendencia generalizada hacia “empeorar” el suministro de todos los servicios de abastecimiento y regulación respecto a su situación actual. La siguiente figura presenta el resultado de la evaluación del estado de los servicios ecosistémicos que prestan los lagos y humedales españoles, agrupados por tipos (Borja et al. 2011).

Figura 1 ext 3 PA