Las ilustraciones que se han utilizado como balcones a través de los cuales asomarse a los contenidos de la Guía Nueva Cultura del Agua son obra del pintor malagueño Paco Aguilar. Fueron elaboradas para ilustrar el libro el Poema del agua (1927) del poeta Manuel Altolaguirre. Este libro es parte de la colección El agua en pie, una colección editorial inaugurada en 2005 y en la que colaboran el Área de Medio Ambiente y Articulación Territorial de la Diputación Provincial de Málaga, el CEDMA y la Fundación Nueva Cultura del Agua.

La colección de ilustraciones ha sido expuesta con anterioridad en la Diputación Provincial de Málaga (2009), en el Centro de Artesanía de la Fundación Vettonia, de Talavera de la Reina (2011) y en Casabermeja (Málaga, 2013). En abril de 2013 viajará a la Casa de Cultura de Garrovillas (Cáceres). La exposición está disponible como instrumento de divulgación y educación de los valores asociados a la Nueva Cultura del Agua.

Descripción de la exposición

“Escrito en plena juventud, el Poema del agua (1927) recoge la cara más optimista e intrépida de Manuel Altolaguirre. "Poeta vertical”, según Gerardo Diego, la celebración del gongorismo y el lenguaje de las vanguardias se alternan en el ciclón que recorre estos versos, un magistral retrato del paisaje de Málaga visto en picado y a través de las saltarinas aguas del río que le sirve de protagonista. Llevada por una incesante cascada de imágenes modernas y próxima al flash fotográfico, la escritura poética capta desde todos sus ángulos el festival de los sentidos en que se convierte aquí la propia naturaleza (del nacimiento del manantial, al gozoso espacio físico de playas y bañistas con que se cierra el poema). Reunidas en forma de libro tal como pensó Altolaguirre, las estrofas que lo componen fijan ya la visión voladora y acuática de Málaga repetida una y otra vez por los poetas de su mismo grupo.

Por su parte, las ilustraciones de Paco Aguilar insisten en prolongar la fuerza plástica del poema y el acto creador al que responde. Al ritmo de su lectura y valiéndose de sus mismos recursos, sus voraces manchas de tinta azul fueron multiplicándose hasta dar lugar a la serie completa que puede contemplarse ahora en la sala de exposiciones que servirá de marco a la presentación del libro. Ingredientes fundamentales de la colección que lo recupera, poesía, arte y naturaleza palpitan de nuevo en los inconfundibles versos del Poema del agua”.

Francisco Chica Hermoso