Podemos confirmar que el aumento a la hora de informar sobre la problemática del agua y el medio ambiente desde la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano de Estocolmo en 1972 así como el gran impulso que tuvo en la Cumbre de Río 1992, ha sido muy notable.
Sin embargo el fracaso que ha tenido en 2012 la Cumbre Río+20, ha encendido todas las alarmas, plasmando el estancamiento e incluso marcha atrás que puede sufrir el tratamiento de este recurso.
Contenidos para informar sobre este tema hay muchos. Por ejemplo desde el año 2010 el agua ya es un Derecho Humano pero las agresiones hacia este recurso continúan siendo constantes: unos 800 millones de personas carecen de agua potable en el mundo; a nivel global más de 1.100 millones de personas carecen de abastecimiento básico de agua; unos 2.500 millones (40% de la población mundial), no tienen acceso a un saneamiento adecuado; la falta de acceso a agua potable mata más niños que el SIDA, la malaria y la viruela juntos; cada año mueren más personas por enfermedades relacionadas con el agua contaminada que por cualquier forma de violencia, incluidas las guerras. Con esta temática, aunque sólo fuese a modo de denuncia, los periodistas ambientales deberían tener un espacio asegurado en cualquier soporte informativo y, a pesar de este triste panorama, informar sobre la problemática del agua en ocasiones es poco menos que imposible.
Nos aventuramos a asegurar que los medios de comunicación tienen un escaso interés por informar sobre la problemática del agua. Grandes acontecimientos internacionales, como sucedió con La Expo Zaragoza 2008 o un año después el V Foro mundial del Agua, no despertaron el suficiente atractivo mediático para que las noticias sobre la problemática del agua inundasen los medios de comunicación.
Algunos consejos
Queda demostrado que la información sobre el agua es necesaria, aunque en nuestros días cuando aparece cae en contradicciones y orientaciones demagógicas, catastrofistas y con demasiados intereses políticos. Por eso debemos cuidar la presencia del tema agua en los medios de comunicación y desvincularla de catástrofes, sucesos extremos y amenazas. Deberíamos conseguir que se aumentase el interés de este recurso por las cuestiones técnicas, económicas, sociales, ambientales y su reflejo en la política.
Es necesario evitar la repetición de mensajes simplistas, demagógicos o sesgados, basados en un escaso debate científico y sin un trabajo reflexivo previo y tender a generar, de manera urgente, nuevos parámetros sobre el uso del agua para trasformar las sociedades y crear una sociedad ahorradora de este recurso. Sin duda, en la generación de esta transformación social los medios de comunicación tienen y tendrán un papel fundamental.
Está demostrado que si no se informa sobre este problema no se forma parte de la conciencia social. El tema pasa a ser tratado por los técnicos especialistas por un lado y por los políticos por otro, con lo que socialmente no surge el mínimo interés por esta materia.
Hoy los políticos y académicos se encuentran con dos opciones. Seguir con lo políticamente correcto o abordar el tema en profundidad y convencer a los responsables de los medios de comunicación sobre la importancia de este recurso para la humanidad, consiguiendo que se informe sobre el mismo.
Se debe lograr que cualquier debate en torno al agua no sea sólo técnico, debe albergar un debate social que la ciudadanía modificará incorporando sus demandas para conseguir llegar a las Administraciones. Sin duda la participación pública de una ciudadanía bien formada, lejos de ser un obstáculo, podría constituir un ahorro de tiempo y esfuerzo.
Sí a Internet
El periodista ambiental sabe que reunirse con expertos en agua para informar sobre su problemática exige un ejercicio de conocimiento desde la misma terminología. Una formación que el periodista generalista no tiene y el periodista especializado en medio ambiente intuye. Por tanto, es necesario mejorar la formación ambientalista de los periodistas y profesionales de la comunicación. Hay que hacerles ver la enorme complejidad del mundo del agua y los responsables de los medios de comunicación no se pueden permitir el lujo de prescindir de profesionales especializados, necesarios para transmitir a la sociedad la inadmisible situación de este recurso con conocimiento y rigor.
Por fortuna, el área informativa que cubre el medio ambiente no ha escapado a la capacidad de seducción de Internet. La introducción de potentes recursos de documentación, transmisión de datos, aprendizaje y comunicación han hecho de Internet un instrumento imprescindible en el trabajo periodístico, ofreciendo a los profesionales especializados en informar sobre agua y medio ambiente posibilidades que hasta hace muy pocos años eran impensables.
Tradicionalmente la labor tanto de documentación como de información del periodista ambiental siempre se ha tenido que acomodar a la falta de tiempo y a los espacios de los soportes tradicionales. Esta especialidad necesita de un trabajo previo importante tanto en la preparación de la información como a la hora de plasmarla en un medio, algo que no sucede en otras especialidades. Con Internet se pueden consultar fuentes inimaginables hace unos años y olvidarse de las apreturas del espacio para poder divulgar el conocimiento adquirido.
El medio ambiente, el agua y el desarrollo sostenible tocan todas las esferas de la vida, y no podían quedarse fuera de la Red de Redes. Aquí han encontrado el mejor de los nichos desde donde se pueden denunciar las amenazas que sufre. Con el impulso de las redes sociales, los blogs y foros científicos, el periodista puede llegar a informar de los problemas que acontecen sobre medio ambiente y agua a un amplio número de personas, algo que no sucedía en un medio tradicional localizado geográficamente. Por otra parte el nuevo lector de estos soportes conforma un público objetivo y totalmente fiel a la problemática sobre la que se le informa. De esta forma puede compartir y contrastar con el lector globalizado los problemas que padece en su zona geográfica, comprobar que son muy parecidos y que, incluso las soluciones, se pueden compartir.
A pesar de lo que erróneamente se piensa, la opinión pública si demanda este tipo de información, sólo hay que realizar una entrada a la Web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, para certificar que existe un gran interés por este recurso.
En manos de los políticos está el abandonar los intereses partidistas para que se conozca la problemática del agua y del medio ambiente. Deben apoyar con su presencia encuentros internacionales y nacionales y llamar la atención de los medios de comunicación para que informen sobre la escasez y contaminación de este recurso natural. Sin embargo, si adoptan la postura del silencio, a los responsables de los medios de comunicación les seguirá sin interesar una información que no les proporciona dividendos políticos o económicos y la opinión pública permanecerá ajena e impasible ante unos problemas que sufren y padecen gran parte de la humanidad y que, por extensión, amenazan el futuro del Planeta.