¿Qué es un Humedal?

Es difícil encontrar una definición breve y concisa que resuma qué es un humedal, dada su naturaleza ambigua entre la tierra y el agua, la variedad de tipologías existentes, su carácter dinámico tanto en la escala espacial como temporal y la dificultad para establecer sus límites. Son ecosistemas de transición entre los ambientes acuáticos y los terrestres, de hecho algunos de ellos son sistemas frontera o ecotonos (p.ej. orillas encharcadas de ríos o de lagos, albuferas, marismas, manglares). Desde el punto de vista ecológico, han sido definidos como “cualquier unidad funcional del paisaje, que no siendo río, ni un lago, ni el medio marino, constituye tanto espacial como temporalmente, una anomalía hídrica positiva en relación con un territorio adyacente más seco” por González Bernáldez & Montes (1989).

Su existencia se debe a la interacción de diferentes factores tales como clima, relieve, litogeología y régimen hídrico de manera que el exceso de humedad debe ser lo suficientemente importante como para afectar a los procesos físico-químicos y biológicos (Casado & Montes 1995). Es decir, la formación y existencia de los humedales depende de la confluencia de varios factores que van a condicionar que exista una intercepción de la superficie freática (límite superior de la zona de saturación de los acuíferos, es decir, del agua embebida en el sustrato) con la superficie del suelo que permita que se forme una lámina de agua visible (zona palustre) o encharcada (criptohumedal). La siguiente figura ilustra el esquema básico de un humedal. A su vez los flujos de agua que circulan superficialmente (escorrentías) y los que se infiltran en una cuenca hidrológica, necesarios para que existan los humedales, van a depender del tipo de clima, del relieve, de los materiales geológicos, y de la vegetación y usos del suelo que se hagan, y que van a definir el volumen total de agua de precipitación interceptada y/o evapotranspirada, y consumida (por ejemplo abastecimiento consumo humano).

Figura 1 artículo PA 

Esquema básico de un humedal (Elaboración propia)

Los humedales poseen unos rasgos morfológicos difusos y resulta difícil delimitarlos físicamente ya que su extensión muchas veces va más allá de donde alcanza a distinguir el ojo humano. Mantienen importantes y heterogéneos flujos de intercambio de información, materia y energía con los ambientes terrestres que los rodean y con las aguas subterráneas. A menudo podemos intuir la existencia de diferentes tipos de humedales en el paisaje por la presencia de esas orlas de vegetación características que los acompañan a modo de bandas concéntricas. Las zonas húmedas encharcadas o criptohumedales son sistemas que poseen una humedad edáfica elevada que permite el desarrollo de unos suelos y una vegetación característicos (p.ej. carrizales, juncales, bofedales, prados húmedos). La heterogeneidad de formas y tipos funcionales de humedales hace que contengan diferentes hábitats y sean muy ricos en especies animales y vegetales, actuando como importantísimos reservorios de biodiversidad. Poseen una amplia distribución geográfica apareciendo en todos los biomas desde el trópico a la tundra, pasando por las zonas áridas).

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Aspecto de diferentes tipos de humedales.Esquina superior izquierda: Laguna de San Juan, Madrid (laguna de origen kárstico), a la derecha, Lucio de El Palacio (marisma de Doñana). Esquina inferior izquierda: Charco del Toro, Huelva (laguna sobre arenas), y a la derecha, Lucio de Martinazo, Huelva (marisma de Doñana). Fotos tomadas por Paloma Alcorlo. 

Todos ellos son sistemas poco profundos, a diferencia de los lagos y los mares. Otro aspecto destacable es su elevado dinamismo temporal, ya que manifiestan una marcada estacionalidad y en muchas ocasiones, una alta variabilidad plurianual, cuestiones ambas que condicionan fuertemente la existencia del humedal, pudiendo encontrar sistemas que son permanentes y otros que son temporales (obsérvese como puede variar la lámina de agua con los aportes de las precipitaciones, escorrentías y descargas de aguas subterráneas de cada año hidrológico en la Figura 1). Las comunidades animales y vegetales que viven en la lámina de agua y en las orillas de estos ecosistemas se organizan a lo largo de gradientes definidos por el eje orilla-centro de la cubeta, y está formada por especies que tienen sus ciclos de vida ajustados a la amplitud de las fluctuaciones ambientales anuales e interanuales.

En resumen, los humedales se caracterizan básicamente por tres hechos fundamentales que pueden coincidir en el tiempo o estar presente sólo una o dos de ellas:

  • La presencia deagua en la superficie del terreno o cerca de ésta con una permanencia y periodicidad determinadas.
  • La presencia de unos suelos característicos formados a partir de esas condiciones de exceso de humedad (suelos hidromorfos).
  • La presencia de unas comunidades vegetales y/o animales características adaptadas a las condiciones de saturación con agua del sustrato y/o a la duración de una lámina de agua.

¿Por qué son importantes los humedales?

En la actualidad se reconoce a los humedales como los ecosistemas más productivos del mundo, ya que poseen una elevada diversidad biológica (Mitsch & Gosselink 1993). Constituyen el hábitat crítico para especies migratorias, amenazadas o en peligro de extinción. Existen alrededor de 100.000 especies de animales de aguas continentales descritas a nivel mundial. 50.000 de ellas son insectos 20.000 son vertebrados (10.000 de ellas peces). El nivel de endemismo es alto en los humedales. Llama la atención el caso las aguas subterráneas, sistemas kársticos y los humedales costeros, principalmente los manglares y estuarios (MEA 2005). Muchas especies de peces de importancia económica, pasan parte del ciclo de vida en los humedales, especialmente los manglares. Son áreas de nidificación y alimentación de muchas especies de aves acuáticas. Desempeñan una importante función en los procesos hidrológicos que se desarrollan a nivel de cuenca como es la recarga de los acuíferos. Ayudan a la mitigación de las inundaciones y controlan la erosión del suelo. Estabilizan los terrenos mediante el mantenimiento de drenaje y el control de sedimentación en las zonas costeras. Actúan como zona de amortiguamiento contra contaminantes en el agua y absorben nitrógeno y fósforo provenientes de fertilizantes agrícolas, jugando un papel fundamental en los ciclos de la materia y en la calidad de las aguas a nivel global.

Todos estos beneficios que obtenemos los humanos de los ecosistemas se denominan servicios ecosistémicos y en caso de los humedales son múltiples y además se generan en diferentes escalas espaciales y temporales. La siguiente figura ilustra de manera esquemática los distintos servicios que prestan los humedales (modificado a partir de Brauman et al., 2007).

Figura 3 artículo PA

El mantenimiento de la integridad ecológica de los humedales es la base para garantizar sus funciones y por tanto su capacidad de generar servicios que contribuyen al bienestar de la sociedad. Por ejemplo, algunos de los servicios caracterizados y evaluados por el proyecto internacional de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (MEA 2005) para los humedales son:

  • Soporte biodiversidad: Los humedales son el hábitat para una gran variedad de especies.
  • Polinización: los humedales son hábitats para polinizadores.
  • Regulación del clima: los humedales sonfuente y sumidero de gases invernadero, a escala local y regional, influyen en la temperatura, humedad ambiental, precipitación. 
  • Funcionan como una esponja recargando los sistemas acuífero: regulan los flujos hidrológicos, la recarga y descarga de las aguas subterráneas.
  • Depuración del agua: los humedales son filtros naturales que retienen, recuperan y eliminan el exceso de nutrientes y contaminantes.
  • Regulan la erosión del suelo: La vegetación de los humedales contribuye a retener el suelo y los sedimentos. 
  • Regulación de desastres naturales: los humedales contribuyen a regular inundaciones, gracias a su vegetación litoral característica, el agua se retiene, circulando más lentamente. También ofrecen estabilización de costas y protección contra las tormentas muy importante en las zonas intertropicales.
  • Mantienen los ciclos biogeoquímicos: Los humedales son algunos de los ecosistemas biológicos más productivos en el mundo, almacenan, reciclan procesan y adquieren nutrientes.
  • Formación de suelos: los humedales contribuyen a la retención de sedimentos y acumulación de materia orgánica.
  • Abastecimiento de comida y fibras: los humedales mantienen una gran variedad de peces y aves que son una fuente de alimentos y también proporciona diferentes tipos de materiales que son usados en la construcción y artesanía.
  • Abastecimiento de agua dulce: los humedales almacenan y retienen agua que se puede utilizar para uso doméstico, industrial y agrícola.
  • Uso agrícola/ganadero: los humedales producen plantas que constituyen forraje para ganado (macrófitos y helófitos, prados húmedos). Algunos humedales son utilizados para cultivos (p. ej. arrozales).
  • Uso recreativo: los humedales ofrecen oportunidades para actividadesrecreativas (p. ej.natación, navegación, observación de aves)
  • Uso estético: los humedales son considerados lugares bellos por parte de muchas personas.
  • Uso educativo: los humedales brindan oportunidades para la educación formal, la educación ambiental, la investigación científica etc.
  • Uso espiritual: los humedales han sido fuente de inspiración de múltiples mitos y leyendas, algunas religiones vinculan valores espirituales y religiosos al agua.

Es interesante detenernos un poco a analizar el papel de los humedales en el contexto del cambio climático, ya que uno de los servicios que ofrecen es el de regulación climática. Se estima que los humedales contienen entre el 10 y el 20% del carbono terrestre del mundo, desempeñando una función importante en el ciclo global del carbono. El carbono acumulado en los humedales se eleva a un total de 230 gigatoneladas (Gt) sobre un total de unas 1943 Gt (IPCC 2007). En el caso de los suelos hidromorfos, el ritmo de descomposición de la materia orgánica es lento debido a las condiciones anaerobias presentes, por lo que el potencial de almacenamiento de C es alto. En uno de los escasos proyectos de investigación desarrollados en España sobre este particular, Álvarez Cobelas et al. (2001) estudiaron la aptitud de las Tablas de Daimiel como sumidero de carbono y comprobaron que durante el periodo de estudio el humedal funcionó como sumidero neto de carbono, hasta el extremo de almacenar alrededor de una TmC ha-1ano-1. Esta cifra resulta superior a las de humedales de zonas templadas frías (0,08-0,6 TmC ha-1ano-1) e incluso, a los de la Amazonía (0,5 TmC ha-1ano-1).

La destrucción de humedales ejerce el efecto contrario, libera a la atmósfera importantes volúmenes de C que contribuyen a aumentar el efecto invernadero. A nivel mundial, más del 8% de todas las emisiones globales de CO2se originan solamente por la destrucción de los humedales del sudeste asiático. En esta región, se está drenando una enorme superficie de turberas y como consecuencia de este proceso la turba orgánica se oxida provocando enormes cantidades de emisiones de CO2. Se ha estimado que las turberas almacenan alrededor de 550 Gt de C, más del doble lo almacenado en los bosques terrestres (FAO 2012).

A pesar de las funciones y servicios que suministran los humedales, están desapareciendo y experimentando una degradación de su estado ecológico mucho mayor que la de los ecosistemas terrestres y se los puede considerar como uno de los ecosistemas más amenazados del planeta. Se estima que desde 1900 han desparecido de la superficie de la Tierra el 50 % de los humedales y actualmente son uno de los ecosistemas más amenazados del mundo (MEA 2005). Parece que los humanos tenemos poco apego por los ecosistemas acuáticos, en el pasado se los ha considerado lugares sitios insalubres que eran focos de enfermedades (p. ej. paludismo) y fueron objeto de políticas y programas de desecación y saneamiento. Pero el verdadero impulsor de esta transformación de las zonas húmedas, fue el desarrollo tecnológico que comenzó a finales del siglo XVIII junto con la demanda de suelo para agricultura generalizada en toda España. A partir del siglo XX las mayores transformaciones se han debido también al desarrollo industrial, de infraestructuras y urbanístico.

La preocupación por la degradación de los humedales motivó que en el año 1971 se aprobase el Convenio de Ramsar que es el único tratado global intergubernamental relativo al medio ambiente que se ocupa de un tipo de ecosistema en particular, y los países miembros de la Convención abarcan todas las regiones geográficas del planeta. Integra en un único documento las bases sobre las que asentar y coordinar las principales directrices relacionadas con la conservación de humedales de las políticas sectoriales de cada Estado (para más detalles sobre el Convenio Ramsar y las figuras de protección de los humedales ver EXTENSIÓN II).

En España, el 60 % de la superficie de la superficie de humedales y lagos naturales de nuestro país ha desaparecido, principalmente en los últimos 50 años, de manera que los humedales españoles constituyen uno de los ecosistemas más amenazados. Existe, además una tendencia generalizada hacia “empeorar” el suministro de todos los servicios de abastecimiento y regulación respecto a su situación actual (para más detalles sobre el estado de conservación de los humedales españoles y la causa de su degradación y desaparición, ver EXTENSIÓN III).

¿Cuál es el futuro de los humedales?

Analizando los resultados por los informes de la Observatorio de la Sostenibilidad en España, Evaluación de los Ecosistemas del Milenio y de SEO/Birdlife, se puede concluir que la situación de los humedales no es buena y que muestra una tendencia a seguir empeorando su estado ecológico. Es importante un drástico cambio conceptual de los responsables de desarrollar políticas y tomar decisiones, que tenga en cuenta las leyes y convenios internacionales y nacionales de protección de estos ecosistemas en los planes de gestión que se aprueban y financian. Sería deseable que existiese una mayor cooperación entre los distintos actores implicados en el uso y la gestión del agua para lo que sería imprescindible desarrollar actividades educativas y/o divulgativas sobre el valor de nuestros humedales y los servicios que nos prestan, así como en repensar otros modos de desarrollar la agricultura y el urbanismo.

Algunas actuaciones concretas que se pueden realizar para recuperar la integridad ecológica de los humedales están relacionadas con su restauración mediante la aplicación de técnicas de bioingeniería como las descritas en Sorolla (2011). Otras, como el control o manejo de las poblaciones de especies invasoras; la regeneración hídrica de los humedales (por ejemplo evitando bombeos ilegales en La Mancha, o el manto eólico de Doñana) o la ocupación ilegal de sus límites, están ya contemplados (o deberían) en los planes de gestión de estos ecosistemas ya que así se especifica en la normativa vigente. En la mayor parte de los casos bastaría con dotar económicamente las partidas presupuestarias necesarias en los distintos niveles administrativos para que se cumpliese la ley y que se garantizase su sostenibilidad económica a largo plazo.