Percepción social de los ecosistemas fluviales
El principal objetivo de este proyecto fue determinar lagunas de conocimiento que tiene el alumnado de diferentes niveles educativos (Educación Primaria, Secundaria y Universidad) en torno a los ecosistemas fluviales desde una perspectiva de Nueva Cultura del Agua. Entendemos que estos conocimientos y actitudes no dependen única y exclusivamente de los contenidos trabajados a lo largo del currículo educativo. Sin embargo, creemos que este currículo debiera servir para educar al alumnado desde un punto de vista sostenible en materia de aguas. A través del presente proyecto tratamos de conocer hasta qué punto el alumnado ha adquirido estos conocimientos, y podremos identificar los principales puntos sobre los que trabajar en los diferentes niveles educativos para conseguir una mayor sensibilidad hacia modelos sostenibles de gestión fluvial.
Para conseguir este objetivo se realizó una encuesta a alumnado de 6º de Educación Primaria, 3º ESO y 3º y 4º del Grado en Educación Primaria. Los resultados de 6º de Primaria nos dieron una idea del conocimiento que tiene el alumnado al acabar su primera etapa educativa. 3º ESO es el último curso de la Educación Secundaria Obligatoria en el que todo el alumnado cursa la asignatura de Biología y Geología, donde más directamente se tratan temas relacionados con la gestión del medio ambiente, lo cual nos puede aportar información relevante de esta etapa. Asimismo, consideramos de gran importancia determinar los conocimientos que poseen los alumnos de del Grado en Educación Primaria en los últimos años de su formación, puesto que serán ellos quienes transmitan sus conocimientos y valores al alumnado durante sus primeras etapas educativas. La encuesta constó de 14 preguntas con respuesta cerrada y se distribuirá en centros educativos de 6 áreas geográficas con un realidad en torno al agua muy diferente, tanto geográfica como social. En principio, estas áreas fueron Bizkaia, Navarra, La Rioja, Catalunya, Toledo, Murcia, Cádiz y Sevilla.
Este proyecto se desarrolló en colaboración entre la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) y el Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF) y cofinanciado por el Ministerio de Transición Ecológica.
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